viernes, 21 de mayo de 2010

unas alitas de mi talla...



Me siento como un ángel caído, me gustaría conservar su inocencia, la de esos rizos dorados y esa piel blanca, pero lo único que conservo son las llagas en los pies al dejar de caminar por las nubes y empezar a caminar por el duro asfalto. Puedo pasarme horas mirando la pared, intentando encontrar una solución o mejor dicho, una segunda solución, la más fácil es arrancarme las alas, pero nunca me han gustado las cosas fáciles, quiero aprender a volar mejor, son pequeñitas pero espero que con el tiempo se hagan mas grandes y fuertes. La pregunta es...¿estas alas son, aunque pequeñas, lo suficientemente fuertes como para aguantar el aleteo hasta que crezcan? No puedo pedirles que me sostengan toda una noche, ni puedo pedirles que me lleven muy lejos, realmente sólo puedo pedirles lo que ellas me quieran dar y que me lleven donde ellas me quieran llevar. Aletearé muy rápido para subir muy alto...

No hay comentarios:

Publicar un comentario