martes, 14 de febrero de 2012

Repletita...

Estaba en mi casa nerviosa, hacia cinco minutos que me había mandado un sms diciéndome que estaba aproximadamente a 20 minutos de mi casa. Quería sorprenderle con algo que habíamos hablado hace tiempo así que me preparé el culete y bajé a abrirle con el mediano de los tres hermanitos.


Me encontraba rara caminando con aquello en mi culo. En cuanto me vio descubrió mi cara de circunstancia.
-¿qué pasa?
-Nada...
-¿y esa cara?
-Nada...
-A ti te pasa algo...
-No...

Subimos en el ascensor y lo primero que hizo fue, abrazándome, llevar su mano a mi culo. En cuanto lo descubrió me puso mirando al espejo y levantándome la falda comenzó a jugar con mi plug. Intentaba controlarme pero la cara que debí poner era de zorrísima. El ascensor se paró y nos recompusimos, subió una chica y mágicamente nos pusimos a hablar de las aventuras y desventuras de una amiga murciana. Como si ese hubiera sido nuestro tema durante todo el trayecto en ascensor.

Bajamos deprisa y entramos en mi casa, él se desnudó, quería ducharse y yo traté de desvestirme mas rápido para meterme antes en la ducha pero sus palabras fueron claras.

- No te vas a duchar conmigo, me voy a encerrar en la ducha en plan cabina de peep show y me tocaré hasta que te vea zorrísima.

Le miré con carita de perro abandonado, intentando decirle con la mirada que no podía hacerme eso. Mientras él se duchaba detrás de la mampara, yo me exhibía espaldas a él para que viera cómo jugaba con mi culo. Le veía empalmado y tenía unas ganas terribles de chuparsela, pero sabía que tendría que esperar.

-¿y ese plug mas grande?¿qué hace ahí? (en el baño)
- Quería ponérmelo pero no me cabía.
-Pontelo ahora mismo!!! el grande!!! Que yo lo vea desde aquí.

Lo cogí con un poco de miedo, lo empapé en aceite de bebés y me lo metí poco a poco, mientras, él miraba mi cara. Salió de la ducha y yo me senté para estar a la altura de su polla y chuparsela mientras él se secaba. Estaba durísima así que entraba en mi boca hasta poderme atragantar.

Me cogió de la manita y me llevó, con mi juguete puesto, hasta el sofá, allí con delicadeza me hizo sentarme en el borde, me reclinó y levantó mis piernas. Colocó una de mis manos sujetándome le plug por detrás y mientras me sujetaba las piernas a la altura de mi cabeza me metió la polla en el coño y sentí como si los ojos se me fueran a dar la vuelta. Aquello estaba repleto y notaba como si todo estuviera a presión. Comenzó a follarme al principio con delicadeza dejando que sintiera poco a poco cómo se sienten las chicas de los vídeos que suelo ver. Repletas. Pero enseguida comenzó a darme duro. No podía dejar de mirar como la metía y la sacaba, cómo sus huevos golpeaban la mano que sujetaba el juguete. Y no podía evitar lo que me iba a pasar. Notar aquello tan prieto, rozándose todo con todo, él metiéndomela sin tiempo para respirar hizo que me corriera, pero no una corrida normal sino, una corrida seguida, interminable, mientras seguía moviéndose yo seguía corriéndome, no podía evitar llevarme la mano a la boca para no gritar, incluso mordermela, cuando mis deseos eran de gritar como las locas.

Paró cuando quiso y me dejó allí tirada con las piernas temblando, espatarrada y con la mano en la boca intentando recuperarme. Me dio unos segundo y agarrándome otra vez de la manita me llevó a mi cuarto. Durante ese paseo no hacía mas que imaginarme lo que él pensaba; "esto no ha sido nada, un aperitivo, ya verás lo que te espera ahora..". No tenía miedo, pero si tenía la sensación de que aunque le conozco de hace años y si de alguien me fiaría ciegamente sería de él, tenía la sensación de incertidumbre pero a la vez pensaba que yo solita me había metido en esas fechorias y que me encantaba.

Llegados a mi cama me tumbó boca arriba y colocó el plug en mi culo, como dijó el, "correctamente, ahora no se saldrá". Cogió mis tobillos y sin verlo venir me la clavo de nuevo. Quise coger aire pero ya era tarde. Me follaba duro, agarrado a mis tobillos como en las porno. Con sus embestidas notaba su polla dentro de mi y el plug empujando a la vez. "Que cabrón!" pensé, me encanta que me conozca como si él me hubiera fabricado pero a la vez le odio porque me corro cuando él quiere, y si el quiere que me corra quince veces, ya puedo rezar todo lo que sepa porque hará que me corra todas esas veces.

Yo abría la boca y los ojos practicamente perpleja, ojiplática, alucinada. No podía creer que me estuviera pasando y estuviera sintiendo todo lo que estaba ocurriendo. Mi culo ya era capaz de apresar aquel juguete y hacerlo suyo, y su polla dura se paseaba dentro de mi a su antojo haciendo que mis piernas no pararan de temblar. Me corrí tanto y tan seguido que creí perder la consciencia. Cuando bajó el ritmo y pensé que me estaba recuperando me subió encima suyo. Colocó su mano en el juguete y me ordenó que me moviera como yo sabía hacerlo.

Al principio lo hice con cautela, si tumbada y a las órdenes de sus movimientos había perdido el control absoluto de mi cuerpo, no quería ni imaginarme qué podía pasar si era yo la que se movía. Varios cachetes en el culo me hicieron subir el ritmo para alcanzar el punto dónde no hay vuelta atrás. Cuando llego a ese estado de excitación mi cadera coge el ritmo y no para hasta que me corro, pero clavandome su polla y con el juguete en el culo, ese punto llegó mucho antes. Sus manos en mi cadera acompañando los movimientos hicieron que una vez que me estaba corriendo no me dejaba parar y seguía movimiendome y seguida corriéndome y corriéndome.

Es una mezcla de sensaciones, no quieres que pare porque es como una droga y no quieres que nunca se acabe pero a la vez tienes la sensación de que no controlas tu cuerpo y sientes cierto vértigo al descontrol.

Recostada sobre su pecho y abrazada por sus brazos le pregunté dulcemente y casi sin aliento si me podía quitar el juguete. Probablemente le dí hasta pena porque no tardó ni dos segundo en contestarme un dulce "claro..". Me quedé recostada a su lado durante unos segundo hasta que vi aquella polla que seguía insultantemente dura. Me aparté el pelo y baje totalmente decidida, iba a ser mía! la chupe, relamí, la rocé con mi cara, me la metí en la boca e intenté atragantarme.

-¿qué haces?
-aprovecharme de las circunstancias.
-¿porqué?
-¿porque me gusta mucho y no me dejas hacerlo todo lo que quiero?
-Ah no? ven, pon la cabecita al borde de la cama
-¿cómo?
-Ya sabes cómo! no te hagas la tonta!

Sonreí pícaramente y tumbada boca arriba dejé mi cuello caer al borde de la cama abriendo la boca para que me la metiera y se sirviera a su antojo. Estuvo un rato follandose mi boca y aunque en ese momento yo no podía porque no hacia mas que babear, por dentro sonreía. No sé cómo hay chicas que no les gusta, para mi es uno de los placeres mas grandes, que utilicen tu boca a su antojo.

-Date la vuelta y agarrate los tobillos..

¿en serio? (pensé).Creo que tardé un milisegundo en voltearme, agarrarme los tobillos y mirarle para arriba con la boca abierta y la lengua fuera. Me agarró del cuello y comenzó a follarme de nuevo la boca. uhmmm mi saliva caía a chorretes y yo me lo estaba pasando como una enana! Me atragantaba y seguía follándome.

-Ven! ponte aquí en el borde, separa las rodillas...

Me puse a cuatro patas en el borde, separé las rodillas y arqueé la espalda, subiendo bien la cabeza dejando mi coleta a la altura perfecta para que él la cogiera.
-¿por dónde quieres que te la meta?
-Si ya lo sabes..
-Si, pero quiero que seas tan puta que me lo digas.
-Por el culo! quiero que me la metas por el culo!
-Ves! que zorra eres!



No tuvo piedad alguna y me la clavó pero bien! comienza suave y cuando sube el ritmo me pongo muy muy bruta, hasta tal punto que cuando noto que me voy a correr, creo que hasta gruño. Se me aprieta la mandíbula y resoplo porque no puedo evitarlo. Su polla en el culo me vuelve loca, no es cuestión de gusto, o de placer, ya es una cuestión de necesidad. Culeo y culeo con sus manos en mi cadera y ya no puedo evitarlo, pierdo el control, todo mi cuerpo se tensa y me corro soltando un alarido. En esos momento no puedo callarme, me da igual quien me oiga, pierdes la noción el control y todo lo que se pueda perder, cuando te corres por el culo todo lo demás te da igual.
 -Te sientes muy zorra verdad!
-buff no sabes cuanto!
-Y qué puede pasar para que te sientes mas puta todavía?
-Que te corras en mi culo!
-Quieres?
-Si!! follamelo hasta rellenarmelo!





Me cogió de las caderas y de nuevo volví a la montaña rusa de sensaciones, me cogió y me folló el culo como un loco, embrutecido, fuera de sí, hasta que se corrió.



No sé si me siento mas puta cuando se corre en mi boca o en mi cara, o cuando lo hace en mi culo. Lo que si que sé es que desde que estas cosas me pasan, mi culete tiene cierta necesidad.

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