miércoles, 20 de octubre de 2010

babas, lágrimas y demás fluidos corporales...



Totalmente desnuda, de puntillas frente al pequeño espejo dorado, me había ordenado que no me moviera de allí pero le seguía con la mirada a través del espejo, se sentó despacio en mi sofá y muy lentamente empezó a quitarse los zapatos, pensaba que era sólo una manera de torturarme, a veces le he desnudado en décimas de segundo y esos pocos segundos, se me estaban eternizando.





Estaba serio, muy serio, nuestras miradas se cruzaban  y en ese momento pensé si era así como un amo hace agachar la mirada de un sumiso.-Que te toques para mi te he dicho!- yo seguía con mi mano acariciándome suavemente, pero la imagen de su capullo rozando mi clítoris me hacía no poder cesar de acariciarme. Seguía con su camisa, botón a botón, eterno segundo a eterno segundo, no conseguía ver su polla a pesar de mirar indiscretamente pero se adivinaba dura y excitada bajo su pantalón.

Alguna vez me han dicho que después de leer algunos de mis relatos... "a uno le entran unas ganas tremendas de comerse una polla", me hace gracia, por un lado pienso que es normal, pero luego también pienso.. y eso que no la habéis visto!porque es perfecta! perfecta para cogerla, para lamerla, para dejar una película de babas a su alrededor, para acariciarla arriba y abajo, para saborearla, la puntita y hasta la campanilla, perfecta para atragantarse con ella y seguir ensalivando, y vuelta a atragantarse hasta que las lágrimas caigan por las mejillas y se junten con las babas de la barbilla...





Pero hoy no me deja, a gatas en mi cama, me acerco al borde donde él está con la polla durísima e intento chuparla, cogerla con la boca sin la ayuda de mis manos pero me zafa de ello. Mueve mi cabeza y no me deja cogerla, vuelvo a intentarlo fracasando esta vez también pero emitiendo esta vez un gemido quejica por no dejarme hacer lo que quería, chupársela. Se enfada y empujándome sobre la cama sigue follándome


Creo que en algún momento no voy a poder seguir respirando, él me coge las manos atrás y mi boca reposa sobre el colchón. Me folla duro, cómo siempre, cómo me gusta, cómo sabe hacerlo para hacerme sentir como un juguete utilizado.

Me cogió de la coleta y me llevó a la ducha, me puse muy contenta, hacía semanas se lo había insinuado y parecía que me había escuchado, me dejó agarrarme al monomando y no tuvo piedad, mancilló sexualmente mi ducha, el muy cabronazo, para que cada vez que me duche le recuerde follándome como un animal.

Muy duro hasta que se salio de mi, me arrodilló ante él y siguió sin dejarme chupársela. Me agarró del pelo y haciendome sacar la lengua todo lo que pudiera, se corrió en mi boca y pude beberme su leche, no permití que se derramara nada, ni una gota... me gusta relamerme como los gatos...




1 comentario:

  1. Cercano, caliente, apetecible...como siempre leerte es un placer.

    un besazo!

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