lunes, 25 de octubre de 2010

True blood, Paco de Lucía y un conejito...

Me escondo en mi cama, debajo del edredón, un monton de cojines detrás de mi cabeza y sobre las piernas, mi ordenador. Comienzo a ver una serie que se llama True Blood (Sangre fresca), donde las escenas de sexo se suceden sin pudor, hace frio y meto una de mis manos bajo el edredón, la otra maneja el ordenador.



La dejo posada en mi pecho pero ella sola baja hasta mi tripa, y la acaricia, juega inocentemente con la goma de mis braguitas, intento seguir la serie pero mi mente se centra en las imagenes bastante subidas de tono. Mi mano vence a la goma y se desliza por mi suave y desnudo pubis, primero lo recorre lentamente por fuera pero luego un dedito curioso se adentra y comprueba la humedad. No hay remedio, no hay marcha atrás, la otra mano para la serie y se pone a buscar porno en internet, no le cuesta mucho, pues reconozco que soy asidua y tengo mis gustos facilmente localizables. Veo una imagen, una morena despelujada y con la cara roja atragantandose con una enorme polla mientas alguien la agarra por la cintura. Está claro, no necesito más para saber que ese video me gustará. Lo abro, se comienza a cargar pero mi mano es impaciente y pasa deprisa las imagenes para llegar al momento de carnaza. Veo a la chica babear, atragantarse con sus babas casi sin poder respirar, y el chico que se la clava por detrás dandole sin piedad. Mi mano juega entera con mi clitoris, tocando la guitarra como Paco de Lucia en Entre dos aguas. Noto como llegan a mi ano los fluidos que desprendo. Me gusta pero comiendo a envidiar la polla que golpea a aquella chica y la que le castiga el paladar. Comienzo a descentrarme del video, a pensar que haría si él estuviera allí conmigo, comienzo a recordar qué sensación tengo cuando él empieza metiendome la puntita nada más, y acaba metiendomela toda entera con los cojones detrás.

No puedo más, me he metido dos dedos, luego tres y necesito más, me deshago del edredón, y llego al último cajón, allí está mi conejito rampante, "ito" cariñosamente, porque ni siquiera lo tiene en bon-ito. Me lo meto sin dificultad y lo comienzo a pasear, dentro y fuera despacio, enciendo las orejitas que agitan mi clitoris y comienzo a temblar, bajo el ritmo y me dejo llevar, pero sin parar de meter y sacar, como si fuera su polla, le imagino ahora encima mio, clavandomela hasta el final, y me excito más, subo el ritmo porque quiero y no puedo llegar, con la otra mano centro las orejitas y noto que voy a gritar. Me meto fuertemente aquella polla en mi coño, y lo noto llegar, estoy sudada y no puedo más. Me quiero correr ya. Me sujeto las piernas y siento que me llega... me corro.. pero no quiero parar de meter y sacar, me quiero correr largo y disfrutar... uhhmmmm que placer hacer y deshacer a mi antojo...



Me quedo tranquila, relajada y sonriente, pienso que si hubiera estado aquí habría sido uno de los polvos excelentes a los que me tiene acostumbrada.

5 comentarios:

  1. Genial entrada! Has conseguido subirme la temperatura en apenas 6 lineas...el resto ha sido suficiente para imaginarte y endurecerme.

    No conocía esta serie que comentas, deberé mirar la tv más a menudo.

    un beso!

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  2. hola Gerard, Me alegro muchísimo de que vayas a ahorrar en calefacción este invierno ;)

    Lamento, a la vez, comentarte que esta serie no la emiten por televisión.

    Un beso para ti también.

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  3. Grande. Sólo he leido éste último pero me ha gustado bastante.

    Saludos!

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  4. Es como un efecto en cadena que se escapa a tu control. Empiezas a excitarte... la situación es propicia: no hay vuelta atrás, aún no sabes cómo será pero sabes que te correrás...

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  5. Chiqui... gracias... me alegro de que te guste, yo con tu blog me rio muchísimo!

    Emerald... hay tanta sabiduria en tus palabras.. y me encanta que me acompañen... espero que lo hagan durante mucho tiempo...

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