Me gustaban las miradas que decian "puta!" (parte 1)

siempre había leido historias de aparcamientos, pero esta vez iba a ser una historia de verdad...

Estaba en la plaza 97 de la segunda planta del aparcamiento del corte inglés de callao, llevaba los zapatos de tacón mas altos que tenía, unos negros, una gabardina tambien negra, mi collar y la correa por dentro de la gabardina, el pelo en una coleta lisa, tensa y alta... Las instrucciones habian sido claras... permanecer de pie mirando el suelo, no mirar dentro de ningun coche ni nada por el estilo. Pensaba que me resultaría facil, pero tuve que hacer grandes esfuerzos para no levantar la mirada. Pasaban los coches aumentando mi respiración cuando se acercaban y relajandome cuando ya habian pasado, hasta que uno de ellos se detuvo delante mio, bajo la ventanilla y noté sus ojos sobri mí, seguía sin levantar la mirada del suelo y sacó una mano que llegó a mi gabardina, desabrochó los tres botones y observó fugazmente qué llevaba puesto, me volvió a abrochar los botones, subió la ventanilla y siguió su camino...

Nooo, algo había hecho mal, sino habría subido en aquél coche, repasé mentalmente el mensaje que habia recibido en mi movil y lo habia hecho todo. Depilada del todo, sobre unos tacones, la gabardina.. el collar, la plaza... ¿qué había pasado?.
Notaba la fría cadena sobre mi cuerpo que llegaba hasta mis muslos, notaba una presión en el pecho y no sabía qué hacer, marcharme a casa, quedarme allí un rato más ¿quizá era una prueba? Ni se me había ocurrido todavia levantar la mirada pero por el rabillo del ojo vi acercarse al señor de seguridad con un abrigo amarillo fosforito. Que verguenza.. ¿y si me habla?
-Señorita...
-(no contesté)
-Senorita!!
-(seguía sin contestar asustada)
-Señorita... tengo una cosa para usted!!(me entregó un sobre abierto)

No le dí ni las gracias, lo cogí y lo miré, dentro tenía una llave y un papelito con una direccíon, portal y piso. Estaba muy cerca, pero tendría que salir a la calle con aquellas pintas... Me dirigí al ascensor, salí del aparcamiento y me encaminé hacia aquel piso.La gente me miraba, eran las once de la mañana y yo llevaba pintas de haber salido de un pub de señoritas de compañia, eso me excitaba aún más, que pensaran que era una puta que iba a trabajar a algún piso.
La llave abría y aunque tenía ganas de observarlo todo, no levanté la mirada, entre despacito por si había alguien esperandome pero aparentemente no había nadie, crucé el pasillo hasta llegar al salón, recibí un sms "lo has hecho muy bien, desnudate y ofrecete como sabes que a mi me gusta".
Encima de un puf rígido habia un dildo.. uhmmm pensé.

Me puse muy contenta, me desnudé, dejé mi gabardina en una butaca,  pero con los zapatos puestos, jugué con el dildo en mi culo hasta que entró por completo y ahí lo dejé, de rodillas posé mi estomago y mi pecho sobre el puf, dejando mis manos en el frio suelo, esperando oir un ruido, unos pasos, un carraspeo... esperando oír algo, comencé a excitarme sólo de verme desde arriba en aquella postura, ofrecida para que hiciera de mi lo que quisiera, para ser su juguete, para que me usara a su antojo... para que disfrutara de mi cuerpo y para darle placer...

esperé... esperé...  y esperé...