Ayer le mandé una lista de las 12 fantasias que en ese momento se me pasaban por la cabeza y despues elegí una y se la relaté. Creo que fué ese el motivo, entre otros muchos, el que hizo que este medio día quisiera darme mi merecido.
Me espareaba en la puerta de mi casa y cuando entré no me dió tiempo ni a dejar el bolso y todo lo que llevaba en la mano, me puso contra la pared y comenzó a palpar mi coño, a masajearlo, a hacer que me retorciera en su mano. Las finas medias que separan su mano de mi entrepierna le parecieron demasiado y me las bajó junto a las bragas hasta las rodillas. Yo seguía con mi bolso en una mano y el movil y las llaves en la otra. Ahora con mi clitoris desnudo me seguía torturando con su mano, la otra se paseaba por mis pechos, mi cuello, mi cadera, mi nuca, mi pelo, mis brazos y otra vez pechos, mi cuello...
Seguía apoyada en la puerta, con el culo bien atrás y la espalda arqueada para que mi clitoris quedara totalmente expuesto para él. Se bajó los pantalones después de mucho retorcerme y comenzó a pasear su capullo por toda mi rajita, desde el principio hasta el final, ni una, ni dos, ni tres veces, sino muchísimas mas., todas las veces que quiso y en todas ellas yo pensaba que me la iba a meter, pero estaba mas que equivocada. En esos momentos de máxima excitación y máxima impotencia se me bloquea la mente y solo puedo pensar en que "quiero que me la metas, quiero que me la metas, quiero que me la metas". No cabe mas negociación en mi cabeza.
Sucumbió a mis peticiones, me la mete sin contemplaciones ensalivandosela para que entre hasta el fondo de un golpe. Según entra cojo aire de golpe y noto como la puerta está manchada de mis babas, como el perro de Paulov, era la hora de mi comida. Me folló aprisionándome contra la puerta, haciendo que me agarrara los cachetes con las dos manos y mi mejilla sujetara la puerta. Siguió follándome así de duro hasta que no pude mas y me corrí. No duro mucho, sabe donde tengo los límites y cuando me quiero dar cuenta estoy con la mejilla 40cm mas abajo que cuando empecé y todo porque mi cuerpo se desvanece mientras me corro, las piernas me tiemblan y mi cuerpo se va aflojando, pero cuando me quiero dar cuenta otra vez está follándome duro, y el muy cabrón está a punto de hacer que me vuelva a correr, y al correrme esta segunda vez, mientras recupero mi alma que está perdida en alguna parte de la habitación, él se aleja y se va desnudando por completo. Cuando consigo ponerme derecha y subirme las medias, cual violeteada, miro para atrás y está al final del pasillo, en mi salón, esperándome desnudo y con la polla super dura en la mano, casi diría que me está desafiando, parece que está diciendo "ven zorrita!, ven aquí que te voy a dar tu merecido, vas a tener rabo hasta el fin de los días".
-Vete a por unos tacones, como los del otro día, pero otros distintos, que vas a mostrarte para mi, vas a pasearte por aquí como una buscona.
No pude evitar sonreir al entrar en mi habitacion y salir solamente con unos tacones rojos. Me sonrio porque es una mezcla de sentimiento de puta pero a la vez de vergüenza de una niña puritana que está haciendo guarrerias con un hombre.
Salgo y está en mi sofá tumbado con su polla en la mano, durísima. Comienzo a tocarme mientras me apoyo en la pared, primero mirándole fijamente y después dandole la espalda y agachandome para que viera mis labios rojos e hinchados, comienzo a gemir..
-ufff estoy empapada, mira como se resbalan mis deditos... uhmm no puedo mas..
-qué necesitas?
-una polla, necesito una polla.
Se levantó me agarro de las caderas y comenzó a follarme sobre aquellos tacones, me folla duro, hasta el fondo y cuando noto que me voy a correr lo hace mas rápido, de manera que su huevos chocan con mi clítoris haciendo que me corra y me quede temblando de cintura para abajo.
-ven, siéntate en el sofá, tú postura natural.
Me senté de rodillas con los tobillos entrelazados, culito rempingón y espalda arqueada como siempre..
-tienes que entrenar esta postura. ¿sabes para qué? para que un día algún amigo mio y yo te demos tu merecido. ¿que te parecería si nos turnáramos tres para que te diéramos tu merecido en este sofá?¿te gustaría?
-Si, me gustaría
-Qué te gustaría?
-Que os turnarais para follarme y también para follarme la boca, aquí como a una yegüita, sin poder moverme.
-eso te gustaría? pero eso es de muy zorra!
Tuve que dejar de mantener el dialogo, me iba a correr mientras me follaba y me contaba todas esas guarradas, mientras me imaginaba en aquel sofá sin agujero por rellenar, repleta como las putas. Comenzaron los temblores y me abandoné a mi suerte esperando que algún desalmado cabrón me recogiera. Notaba sus manos acariciar mi espalda suavemente, mi pecho con dulzura, esperando que me recuperara y una vez que levanté la mirada, me cogió del pelo y tiró de mi al otro sofá, donde comencé a cabalgarle suavemente, intentando no llegar a mis límites, disfrutando de la mecedora, disfrutando de cuando estando dentro de mi me explica que quiere exhibirme, que un día me vestirá de golfa, con una falda y unos tacones, quizá dos coletas y me presentará como su zorrita, me paseará por una habitación con tios salidos y empalmados deseando follarme, y al final me pregunta "qué les dirías?"
-Que soy muy zorra y me gusta mucho comer pollas, que tengo hambre y que me comeré las suya.
-Ya sabía yo que te iba a gustar la idea, zorrón.
Con sus manos en mi culo me aprieta contra él, para que restriegue mi coño con su polla y me corra, pero con todas esas historias en la cabeza, y él lo sabe, no duro ni tres milisegundos., se pone de pie y me mira fijamente, yo me pongo contenta porque ha llegado la hora de mi premio, he sido una golfa de primera y ahora tengo mi merecido, le lamo los huevos alternativamente y espero ansiosa, con la lengua fuera, mi ración de leche. Le miro fijamente y veo como poco a poco le viene una corrida. Mantengo mi boca abierta de par en par para que no se me escape nada y cuando se corre me la mete hasta dentro, hasta la garganta para que note los chorros, después la relamo y la limpio.
-Que zorra! que carita pones ahora de "lo he conseguido".
-Es que me gusta...
-Si claro.. mírate con esa cara de no haber roto un plato!
Nos pegamos una ducha express para que nos de tiempo de comer algo ya limpitos. Mientras comemos comenzamos a recordar lo cabrón que es, cómo toca las teclas y lo bien que suenan sus melodías. Como tenemos algo mas de tiempo me acurruco a su lado, con mi cabeza en sus piernas y enseguida sale el tema de cómo matar el tiempo..
-Sabes qué tendría que hacer? follarte un poco mas...
-Siiiii porfaaa
-Noooo, ya ha sido suficiente por hoy.
Comienza a acariciarme por encima de las medias, muy lento y despacito, con suavidad y sutileza. Intento fingir que sus caricias apenas tienen efecto en mi, pero no puedo, mi carita lo dice todo, me pongo boca-arriba y pego mis rodillas a mis pechos, de manera que quedo totalmente expuesta a él.
-pero no estás expuesta del todo
Me bajo las medias junto las bragas y abro mis rodillas. Con su mano sigue acariciandome suave, muy suave, como si fuera de plastilina y no quisiera desfigurarlo. Mi piel comienza a ponerse de gallina, mis pulmones comienzan a hincharse de deseo y mis pezones a endurecerse para llamar la atención. Se relame los dedos y mi respiración se entrecorta, va a seguir, le conozco. Comienza a subir la frecuencia de las caricias y busca el punto exacto donde deleitarse, no sé si alegrarme porque va a llegar o seguir aterrada porque una vez lo encuentre no tengo salida.
- fóllame! fóllame un poco!! sólo un poco....
-ni hablar!
Seguía su camino y ponía todo el empeño, no cambiaba de ritmo y seguía constante en mi botón. Mi tripa comenzaba a temblar y yo no podía aguantar mas, cerré los ojos y me dejé ir, fue como si estuviera sola, como si yo me hubiera estado tocando en vez de él, sólo que era él y estaba a mi lado. Abrí los ojos y le ví mirándome, disfrutando de lo que producían en mi sus palabras y sus manos.
Siguió acariciándome tiernamente mientras mi cuerpo seguía temblando.
-No, follame! quiero que me folles un poquito (me negaba con la cabeza), sólo un poquito! nada mas... sólo sentirla dentro, prometo que no me moveré. (seguía negando con la cabeza). Por favor! no me hagas suplicar!
Llevé mis manos a su paquete sin éxito ninguno, sonreí y me quité las medias del todo.
-déjame sentarme bien.- mientras me seguía tocando. (le dije para poder sentarme encima suyo, pero me conocía y me negaba con la cabeza)
-pues bésame! bésame humedo.
Logré robarle un beso de esos con los que fácilmente nos encendemos, pero a pesar de estar dura como una piedra no me dejó hacer nada.
-Quieta!
Siguió acariciándome aprovechando la humedad de mi anterior corrida, igual que antes, el mismo ritmo, la misma zona y mi carita era la misma, una mezcla entre placer porque sabía que iba a conseguir que me corriera de nuevo y desesperación porque necesitaba otra vez su polla dentro de mi.
Ya no tenía nada qué hacer, me volví a abandonar mientras dejaba a su mano hacer y deshacer, mientras buscaba mi placer y mientras su ego crecía a ritmos incontrolables por tener el poder de hacerme correr cuando él quiere, sin preguntarme, sin consultarme, simplemente cuando decide que mi cuerpo es suyo, cuando disfruta de él y cuando me hace disfrutar del suyo.
Dos corridas suaves y lentas son el mejor postre para cualquier comida, pero en mi casa me han enseñado a no conformarme con lo que tengo y luchar por mas, así que conseguí poner mi cara cerca de su polla.
-ven, dame la mano, que voy a ser un cabrón.
Cogió mi mano y la metió en su paquete, dejándome tocarla caliente y dura. Puse cara de pena, cara de deseo, cara de enfadada, cara de niña mimada, cara de zorrón, cara de salida, cara de necesitada, cara... puse mil cara y ninguna funcionó. Se puso de pie y yo le seguí.
-quiero que me folles un poco, sólo un poco! sólo la puntita!!! por favor!!!!! estoy necesitada!!!
- ven, voy a ser mas cabrón todavía.
Se la sacó y llevándome delante del espejo me la metió en la boca.
-Mírate! mírate que zorra! ¿te gusta? pues ya no mas!!!
Seguí persiguiendole, intentando jugar con ella hasta que se cansó, me cogió del cuello y me llevó a la pared y azotándome fuertemente el culo me dijo.
-no! te vas a quedar con el calentón, me va a gustar dejarte así de perra.
-por favor! si sólo es un poquito, un poquito!! nada mas...
Siguió azotandome hasta que me dejó el culo rojo.
-vale, lo he entendido, creo que eso es un NO.
Así que no me quedó otra que entenderlo y dejarle marchar...
nena, eres insaciable!!!
ResponderEliminarpobre muchacho, entiendo que se pusiera duro contigo para controlar esa perdida lascivia tuya ;-)