domingo, 14 de noviembre de 2010

Quería que estuviera orgulloso de su perrita... (parte 2)

esperé... esperé... y esperé ..

Oí un portazo y me sobresalté desconcertada, pensaba que tenía que estar tranquila pues no podía estar en mejores manos que las suyas, pero aun así siempre me pongo nerviosa. Oí ahora sus pasos, sólo los suyos firmes e inconfundibles, un suspiro ahogado se quedó en mis labios, notarle allí me tranquilizaba, oírle andar a mi alrededor,mirándome y observando mi cuerpo, mi postura ofrecida sólo para él.

Se puso detrás de mi y noté su olor, tan particular y característico, un olor que me llena, me tranquiliza y me excita. Me separó las rodillas al máximo y con la punta de sus dedos vestidas en unos guantes recorrió mis piernas, por dentro, por fuera, mis caderas parándose unos segundos para agarrarse a ellas y anunciarme lo que pronto viviría, subió por mi espalda, yo deseaba notar sus manos desnudas sobre mi piel, pero todavía no me lo merecía, llegó hasta mis hombros y mi nuca, apretándola y cogiéndome con dos dedos del collar.
Me levantó, se sentó en el puf y me recostó sobre sus piernas. Oía su respiración, profunda y relajada, no veía qué hacía hasta que ví caer los guantes justo delante de mis narices, por fin iba a notar su manos cálidas sobre mi cuerpo, estaba esperando notarle rozar mis nalgas con sus manos para posteriormente azotarlas, pero recibí un golpe fino y picante en mis nalgas, que indiscutiblemente no era de sus manos, levanté la cabeza como un acto reflejo incontrolable, con su mano agachó mi cabeza.. "no no no..." me dijo... ¿qué era? ¿con qué me había azotado? Y siguió haciéndolo alternando de una a otra, sin parar, sin cesar ni bajar el ritmo. Mi cuerpo se estremecía con cada azote, paró un poco y acarició mis doloridas nalgas con el mismo objeto, nada de calmarme con sus manos. Siguió y siguió azotándome con aquello hasta que empecé a gimotear, si me azotaba de esa manera era porque me lo merecía, por no obedecerlo o por no hacer las cosas como él quería. Gimoteé y mi respiración se entrecortaba, entendía su enfado y quería pagar por ello.
-¿sabes porqué te estoy castigando no?
- si...
-¿sabes que te lo mereces verdad?
-Si, lo sé, me lo merezco...
-tienes que aprender qué puedes hacer y qué no puedes hacer.¿verdad?
-Si, tengo que aprenderlo y me gusta que me lo expliques.

Dejó de azotarme y comenzó a jugar con el dildo en mi culo. Yo postrada sobre él, sin poder moverme, o sin querer moverme por temor al castigo, comenzó también a meterme un dedito por mi coño, a jugar con mi clítoris, jugaba muy fuerte con mi culo  comencé a jadear pronto, oí la cremallera de una mochila...
-Abre la boca, como si quisieras comer una de esas pollas que tanto le gustan a mi puta..
Abrí la boca y me colocó una mordaza, las había visto en películas pero nunca había tenido una.Era incomoda pero ahora sólo podía seguir centrándome en cuanta hambre de polla tenía mi culo.



Me levantó de nuevo por la nuca, se levanto y ordenándome que siguiera mirando al suelo comenzó a desnudarse, lo sé porque oía el roce de la ropa con su cuerpo y oía como la posaba en una butaca.

Seguía a cuatro patas pero ahora no había nada que me ayudara a sujetarme, ni un puf ni nada, mis rodillas sudorosas comenzaron a resbalarse hasta que estuve abierta totalmente y ofrecida. mis codos apoyados en el suelo, con las manos extendidas, notaba mi coño chorreando de la excitación.

Noté algo duro y cálido en mi coño, era su polla!!! por fin! solo rozaba con mis labios su punta y eso me ponía frenética, comencé a babear, la saliva que se había acumulado en mi boca por la mordaza comenzó a gotear en el suelo, mis fosas nasales estaban muy abiertas para poder seguir con la respiración a buen ritmo. notaba su polla dura y deseaba que me la metiera cuanto antes. Comenzó a follarme duro agarrado de mis caderas, mis rodillas resbalaban por el suelo y mi coño cada vez quedaba mas expuesto y ofrecido, apoyé mi mejilla sobre el suelo, sobre mis babas, mientras, notaba sus envestidas profundas y notaba mi coño muy abierto, empujaba tan duro que notaba el dildo haciendo presion en mi culo. Me costaba respirar, me miró, me cogío del pelo levantandome para ver mi cara y me dijo:
-ni se te ocurra dejar escapar una gota mas de baba... la necesitaras mas adelante...
Sacó su polla, me quitó el dildo y sin dejarme asimilarlo mas que abriendo mis ojos de par en par, me la metio en mi culo tragón y hambriento, El dildo no era pequeño pero su polla era indiscutiblemente mas grande, así que al meterla con brusquedad noté el delicioso dolor del principio. Unas lágrimas en mis mejillas lo certificaron, no podía sonreír pero estaba muy contenta, él me estaba utilizando a su antojo, me estaba disfrutando, estaba jugando con mi cuerpo, solo para él , para su placer. Era un mero objeto.

Habitualmente disfrutaba mucho preparándome mi culo para él, limpiándolo y dilantándolo, pero siempre procuraba no hacerlo en exceso para notar el dolor.

Se folló mi culo sin piedad, normal, en ese momento era totalmente suyo y podía hacer con él lo que quisiera.Se agarro de mi collar y de mi hombro para embestirme mas duro, el collar me ahogaba, me dificultaba la respiración y eso me gustaba, me notaba débil y totalmente entregada a él. Era su juguete, su zorra, su puta, su guarra, era todo lo que él quisiera.

Me había abandonado de cintura para abajo, las piernas tan exageradamente separadas, y mis rodillas resbalando hacían que no pudiera moverme. Y mientras teniendo cuidado de no derramar ni un poquito de saliva

Se había follado mi culo hasta meterme los huevos, me había montado como a una yegua, de pie, de rodillas, me había arqueado la espalda casi hasta tocar con mi estomago en el suelo. Me sentía sucia, follada, utilizada, algo puta y muy guarra, había hecho que me corriera y podía ver mis flujos blanquecinos en forma de charquito debajo de mi.

Toda mi pie brillaba de sudor,  la suya también, notaba su respiración y deseaba que me diera de comer, tenía hambre y quería que se corriera en mi boca, que es donde le gusta a las putas que se corran.

Me quitó la mordaza con cuidado  para que no derramara ni una gota..
-Deja caer la saliva sobre mi polla y acariciala para limpiarla y empaparla.
Así lo hice, pero mi instinto me llamaba y no tarde en dejarme llevar y metermela entera en la boca, hasta el paladar, intentadome atragartar.
Me agarró del pelo, me hizo abrir la boca todo lo que pudiera y comenzó a follarme mi boca con brusquedad... me la metía hasta el fondo hasta que me atragantaba y al sacarla...



-escupe! escupe sobre ella!!
Escupía sobre su polla y volvía a entrar en mi boca, dura, muy dura y amenazante.
-Por favor, córrete en mi boca (le decía yo)
-No, no has sido una yegüita buena y no te lo mereces.
-Por favor, quiero sentirme muy puta, córrete en mi boca...
cogiéndome nuevamente del pelo, de la coleta que me había hecho para él, me levantó, mis rodillas se quedaron igual de separadas y mi coño igual de ofrecido
-Abre bien la boca zorrón
Abrí mi boca todo lo que pude, al máximo, deseaba que se corriera en mi boca y poderme beber su leche, pero esta vez no me lo había ganado.

Se corrió en mi cara, por la comisura de mi boca, por las mejillas, la frente, por toda mi cara...
-Ni se te ocurra limpiarte!! las zorras tienen que ir sucias...
Con su mano extendida en mi coño, me ayudó a levantarme, a juntar mis rodillas. Cogiendo por primera vez mi cadena me hizo levantarme, me llevó hasta la puerta del piso y allí me hizo arrodillarme, abrió la puerta dejándome allí desnuda y como una autentica zorra, esperando que alguien pasara y me viera...

Se fué al salón, se sentó, arrastrando una butaca, donde me podía ver, mientras yo me quedé allí parada. Me daba vergüenza que alguien me viera en esa situación pero a la vez lo deseaba. Deseaba que pasará algún hombre, o alguna mujer y que no se escandalizara, que se quedara mirando, mirando mi cara manchada de su leche, viendo como él me miraba sentado, orgulloso y satisfecho de su perrita... lo deseaba con todas mis fuerzas.

6 comentarios:

  1. Buena historia, que manera de mantener la tensión del relato. :)

    Saludos!

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  2. Mmmm estoy imaginandome todo Olivia por favor eres fuego puro...me gusta mucho este relato, creo que logra recordarme que hay cierta carga de fantasía,realidad y crueldad que me pone mucho.

    Besitos perversa sumisa.

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  3. hola alexia, me alegra que te guste, de veras, me alegra mucho. No todo el mundo tiene al alcance cumplir sus fantasias y así renovarlas y encontrar unas nuevas. Hay que considerarse afortunada.

    Sobre la crueldad.. hay una crueldad que pica... que te hace curiosear.. dicen que sarna con gusto no pica, los azotes sí que pican.. pero gustan... uhmmmmm

    besitos guapetona!

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  4. Hola Olivia, no había podido entrar a leer tu blog con la tranquilidad necesaria, muy interesante. Gracias por compartirlo con nosotros.

    Besos.
    Alma

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  5. Hola Alma, gracias por dedicar un cachito de tu tiempo a la lectura de mi blog y muchas gracias por comentar.


    Un fuerte abrazo.

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  6. Bueno, ahora que tengo ya un poco más de tiempo libre prometo estar "atenta".

    Besos

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